Hallan una insólita causa de enfermedades humanas
Un equipo internacional de microbiólogos descubre que la evolución humana y la desaparición de los microbios explican la aparición de nuevas enfermedades.
La extinción de ciertos microbios provocada por la actividad humana
puede estar detrás de varias enfermedades físicas y mentales que sufren
los humanos, según un grupo de científicos. Esta paulatina reducción de
especies que coevolucionaron con nosotros puede estar relacionada con la
aparición de una amplia gama de problemas de salud, incluida la
obesidad, el asma, la enfermedad inflamatoria intestinal, la psoriasis e
incluso varios trastornos psicológicos.
"La civilización ha
reducido la diversidad de bacterias intestinales", constató Michael
Gillings, de la Universidad de Macquarie (Australia) durante una reunión
anual de la Sociedad Estadounidense de Microbiología, celebrada en
Boston el domingo pasado. Gillings cree que esa disminución en la
diversidad comenzó hace 350.000 años cuando los homínidos aprendieron a
usar el fuego, recoge 'New Scientist'.
Desde que los humanos empezaron a alterar los ecosistemas en la Tierra, periodo conocido como Antropoceno,
los microbios han estado en regresión: fundamentalmente aquellos que
habitan nuestro cuerpo. Con la Revolución Industrial el proceso se
agudizó.
La agricultura, las dietas, la higiene y generalización de los
antibióticos son responsables de la reducción de la diversidad de
microorganismos en el sistema digestivo humano, en especial en los
países más desarrollados. En los últimos dos siglos y medio la aparición
de los desinfectantes, el saneamiento, los alimentos procesados, los
nacimientos por cesárea, la alimentación con biberón, los viajes
internacionales, y, sobre todo, los antibióticos,
ha dado lugar a una significativa pérdida de diversidad y
homogeneización de las bacterias y otras especies que viven dentro de
los seres humanos en todo el planeta.
"Parece que el microbioma
tiene efectos específicos sobre la actividad cerebral y la ansiedad y la
depresión han sido vinculadas con el síndrome del intestino irritable",
afirmó Gillings.
Apocalipsis agrícola
La diversidad
bacterial se redujo acusadamente hace unos 10.000 años, cuando los
humanos inventaron la agricultura. La limitación de nuestras dietas
afectó a nuestra flora intestinal. La agricultura también afectó los
microbios que habitaban en otros animales. La crianza de ovejas, cerdos o
aves de corral aumentó su proporción en la fauna global de la Tierra,
reduciendo el hábitat de los microbios.
Gracias al tratamientro de
la comida con fuego, nuestra especie logró obtener más calorías de los
alimentos: como consecuencia nos ha crecido el tamaño del cerebro pero
han disminuido los intestinos. "Cuánto más cortos son los intestinos,
menos espacio hay para los microbios", explicó Gillings.
Hace unos 12.000 años la mayor parte de la microbiota intestinal- unas
200 millones de toneladas a escala global- vivía dentro de animales
silvestres. En 2000 la proporción de microbios en animales salvajes ya
era muy pequeña en comparación de los 600 millones de toneladas de
microbios existentes en el ganado y los 200 millones que hallamos en los
humanos. "Dado que consumimos solo cuatro especies de ganado, reducimos
completamente la diversidad indispensable para remplazar nuestros genes
cuando es necesario", recordó Antje Boetius, del Instituto de
Microbiología Marítima de Bremen (Alemania).

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